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| (Fuente: Morning Sun, Edward Hopper, en WikiArt) |
Agradezco a Lope de Vega que comparta con nosotros estas hermosas palabras, en un poema en el que tantas veces me veo retratada.
¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras?
¿Qué interés se te sigue, Jesús mío,
que a mi puerta, cubierto de rocío,
pasas las noches del invierno oscuras?
¡Oh, cuánto fueron mis entrañas duras,
pues no te abrí! ¡Qué extraño desvarío,
si de mi ingratitud el hielo frío
secó las llagas de tus plantas puras!
¡Cuántas veces el ángel me decía:
«Alma, asómate ahora a la ventana,
verás con cuánto amor llamar porfía»!
¡Y cuántas, hermosura soberana,
«Mañana le abriremos», respondía,
para lo mismo responder mañana!
Doy gracias a Rocío, autora de un blog que quiero recomendaros, porque con sus palabras me anima una y otra vez a volver a empezar. Vale la pena: https://12y3volveraempezar.wordpress.com
Doy gracias a Quien cruzó nuestras flechas amarillas :-).
Doy gracias a Quien cruzó nuestras flechas amarillas :-).
Quiero volver a escribir, retomar este blog en el que con dificultad me asomo.
Un abrazo, Lydia.
Bueno, bueno, bueno. ¡Mira lo que una se encuentra! Lydiux, te asomas más de lo que te crees pero... ¡no te quedas! Gracias por quedarte esta vez. Espero leerte más a menudo porque tienes mucho que hacernos ver. ¡Un fuerte abrazo!
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